Charcas de agua permanente junto al camino de la Virgen nutridas por un pequeño manantial al pie de la Virgen de Criptana, entre dolomías y arcillas del Keuper, uno de los puntos por donde drena el acuífero de la Sierra de los Molinos.
La presencia de agua y humedad convierten estos puntos en auténticos refugios para la fauna: pequeños mamíferos, aves, reptiles y anfibios se concentran en sus alrededores. En otras ocasiones no se forman bodones y sólo se detectan las áreas de descarga por la presencia de indicadores vegetales, como el junco merino (Juncus acutus).