Restos de un antiguo campamento romano con planta y construcción distinta a la de los campamentos romanos habituales.
Novedosa teoría introducida en los inicios del siglo XXI por Javier Antxoka al considerar como posibles murallas de un campamento romano las construcciones en piedra seca en forma de polígono rectangular que rodea un alto de la sierra de Criptana frente al cerro de La Virgen. Estas posibles murallas tienen un ancho entre 3 y 5 metros y no presentan ningún tipo característico de las construcciones romanas, ni oppidum spicatum, ni puertas en los cardium, ni restos arqueológicos mínimos en su interior.