Restos de enterramientos celtíberos descubiertos durante las obras de construcción de la tubería manchega donde se contenían restos de vasijas y otros objetos de la época.
A finales del s. XIX ya encontramos referencias sobre la aparición de orzas y restos humanos así como útiles de bronce. Más tarde, en la década de los 70 del s. XX, se menciona que, al ensanchar la carretera habían aparecido unas urnas cinerarias que pertenecerían a las culturas de los Campos de Urnas pertenecientes a los pueblos celtas que entraron por el norte peninsular.